La Región de O’Higgins en Chile alberga dos volcanes activos: el Tinguiririca y el Cerro Palomo, situados en los puestos 56 y 67 del ranking de riesgo volcánico. Según la geóloga Laura Becerril de la UOH, estos volcanes son considerados «potencialmente peligrosos» debido a su actividad geológica. La peligrosidad se relaciona con la probabilidad de eventos eruptivos futuros, y mientras estos volcanes son activos, la frecuencia de tales eventos varía.
Aunque los volcanes de la Región de O’Higgins presentan una menor recurrencia de procesos eruptivos en comparación con otros de mayor riesgo como el Villarrica y el Llaima, su nivel de exposición es diferente debido a la menor densidad de comunidades cercanas. La geodinámica de la Cordillera de los Andes, donde se encuentran estos volcanes, los hace potencialmente más peligrosos debido a la tendencia a erupciones más violentas.
No obstante, predecir con certeza cuándo y dónde ocurrirá una erupción volcánica es actualmente imposible con las herramientas y conocimientos disponibles. El enfoque de Laura Becerril y su equipo radica en evaluar la peligrosidad volcánica, generar escenarios y mapas de peligro, y participar en la mitigación de riesgos. Estos datos son esenciales para la gestión de emergencias, la planificación territorial, la formulación de planes de contingencia y la educación de las personas que viven en las cercanías de los volcanes.