La tragedia ha golpeado con fuerza a la comunidad de Río Bueno, conmocionada por el triple crimen que tuvo lugar en la madrugada de este lunes y que cobró la vida de un matrimonio y su pequeña hija de apenas 10 años. El homicidio, perpetrado por un familiar cercano, ha dejado a todos consternados, mientras el presunto responsable se encuentra bajo arresto a la espera de su formalización, programada para el día jueves.
Las víctimas, identificadas como Raúl Uribe, Alejandra Tapia —quien además estaba en estado de embarazo— y su hija Valentina, fueron brutalmente asesinadas a manos del hermano de Raúl. Según informa el Diario Río Bueno, Raúl Uribe, oriundo de la comuna y residente del sector de Cayurruca, había migrado a Santiago durante su juventud, donde conoció a Alejandra Tapia mientras trabajaba en un banco.
Hace 12 años, decidieron emprender juntos, abriendo Ópticas Visión 20/20, una cadena de ópticas que ofrecía una amplia gama de anteojos tanto en tiendas físicas como mediante servicio a domicilio. El éxito no tardó en llegar, expandiéndose con rapidez y estableciendo hasta ocho sucursales en distintas localidades del país, incluyendo Osorno, Río Bueno, Paillaco, Valdivia, Illapel y Los Ángeles.
Según reporta el medio local, el éxito empresarial permitió a la pareja disfrutar de un nivel de vida privilegiado, accediendo a múltiples propiedades y viajes. Sin embargo, el fiscal Sergio Fuentes señaló que el trágico desenlace se debió a «una cuestión familiar, una cuestión que vemos de tipo pasional, pecuniaria». El hermano de la víctima, empleado en la empresa, aparentemente no estaba satisfecho con su trabajo ni con la remuneración recibida, lo que habría desencadenado el acto criminal.
Los terribles sucesos ocurrieron dentro del hogar familiar, donde el agresor ingresó sin autorización. En la casa también residía una cuarta persona, una prima que se encontraba de visita temporal. Fue ella quien, herida pero con vida, logró pedir auxilio a través de su teléfono, alertando a otros familiares que a su vez llamaron a Carabineros. La rápida respuesta policial evitó un desenlace aún más trágico.
Al llegar al lugar, las autoridades se encontraron con una escena espeluznante, con los cuerpos en el suelo y el presunto culpable aún con rastros de sangre en sus manos y ropa, lo que llevó a su detención inmediata.