Rengo. El reconocido Colegio San Antonio del Baluarte continúa con prohibición de funcionamiento tras una nueva y contundente fiscalización de la Seremi de Salud, que este miércoles ratificó la medida que mantiene al establecimiento con sus puertas cerradas por tercera semana consecutiva.
La situación ha generado alarma entre apoderados y vecinos, ya que la decisión de la autoridad sanitaria no es menor: entre las irregularidades detectadas se incluye la presencia de fecas de roedores en distintas zonas del recinto, lo que pone en entredicho las condiciones básicas de higiene y seguridad para estudiantes y docentes.
Todo comenzó con la sorpresiva suspensión de clases, que se ha extendido sin una fecha clara de retorno. A pesar de un comunicado emitido por la propia institución —y que se viralizó rápidamente en redes sociales— donde se intenta restar gravedad a los hallazgos, atribuyéndolos a “circunstancias ajenas a su voluntad” y asegurando que las fecas estaban en “zonas poco utilizadas”, la Seremi de Salud no dio pie atrás y decidió mantener la clausura total.
Además, la fiscalización habría detectado problemas en la infraestructura, como roturas de cañerías y otros desperfectos que elevan aún más la preocupación por las condiciones del establecimiento.
Mientras tanto, crece la incertidumbre en la comunidad educativa, que ve cómo se siguen acumulando los días sin clases y sin una solución a la vista. El colegio, que hasta hace poco era un emblema en la comuna, hoy enfrenta una de las crisis más graves de su historia reciente.