Sábado 14 de diciembre en Plaza Sotomayor, Valparaíso. La ministra de las Culturas, Carolina Arredondo (38), sube al escenario principal de Rockódromo a entregar la Orden al Mérito Artístico “Pablo Neruda” a Los Ángeles Negros, banda estelar que se presentó en el marco de los 20 años de este icónico festival musical. En una jornada donde además participaron Los Petinellis y Gondwana, con el pasar de los minutos apareció sigilosamente la vaguada costera, elemento climático que hacía algo más fresca la incipiente noche porteña.

Carolina Arredondo llegó a eso de las 20 horas al escenario dispuesto por el programa Escuelas de Rock, frente al antiguo edificio de Correos, hoy sede principal del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, donde cerca de 3.000 personas copaban todos los espacios, disfrutando los acordes sintéticos del rock electrónico propuesto por Henríquez y compañía.

La ministra, a diferencia de sus predecesores en la administración de Gabriel Boric, cesados de sus cargos por bochornosos episodios, tiene una estatura y un aura distinta. Arredondo, previo a asumir como secretaria de Estado en agosto de 2023, tuvo importantes roles como actriz en obras de teatro, cine y televisión.

Su familia también forma parte del repertorio audiovisual y teatral chileno (sus padres son la actriz Carolina Marzán y el actor Claudio Arredondo). Es muy probable que esa experiencia le haya contribuido a forjar un carácter amable y un rictus sereno. Por estos días goza de una gran popularidad, luego de conseguir cuantiosos recursos para el mundo de las culturas en la Ley de Presupuestos.

Con voz tenue pero con palabras que selecciona cuidadosamente, la mandamás del mundo de la gestión cultural no titubea a la hora de defender el alza histórica de su financiamiento, que deberá implementar a partir de enero de 2025. Los ojos de quienes ven esta inversión como un gasto excesivo para el fisco están puestos en su ministerio y ella, lo sabe mejor que nadie.

Sus lineamientos en materia de gestión son claros: la cultura como un derecho social; la posibilidad de entregar incentivos económicos a sectores más desfavorecidos; el apoyo permanente a organizaciones de larga data, además de defender la concursabilidad de los recursos para las artes, culturas y patrimonios, son parte de los ejes discursivos que guían esta conversación.

– Con la presentación de Ángeles Negros se cierra una jornada de Rockódromo con gran participación ciudadana… ¿Qué sensaciones le deja esta noche ministra?

– Me siento muy orgullosa, por una parte, por el trabajo que se ha hecho de manera sostenida durante todos estos años. Es importante tener escenarios que se levantan con recursos públicos y que fortalezcan también el acceso, el espacio de disfrute, pero sobre todo la industria de la música. Hoy es especial porque al conmemorar 20 años, volvimos a la Plaza Sotomayor. Tuvimos la oportunidad de realizar dos instancias de gala en el Teatro Municipal de Viña del Mar y en el Municipal de Valparaíso. Pero además, este festival, que se caracteriza por ser el más largo de Chile, es porque realiza distintas versiones durante todo el año, que culminan aquí en Rockódromo. Lo más valioso es que se genera una sinergia en el escenario, entre músicos con largas trayectorias y otros que son muy talentosos, pero que recién inician este camino.

– ¿Cómo evalúa el trabajo de Escuelas de Rock y también de Centex para lograr un festival con este nivel de artistas y de producción?

– Que las iniciativas se mantengan en el tiempo y que hoy estemos cumpliendo 30 años de las Escuelas de Rock, 20 años de Rockódromo, 15 años de “Liberando Talento”, forman parte de lo mismo. Hay un valor en lo que se desarrolla como política pública y es importante que las iniciativas se mantengan. Por eso, más allá de los cambios de gobierno, estas instancias se deben ir fortaleciendo. Además, porque lo hacemos no solamente los artistas, sino también desde el sector público, desde el ministerio, es trabajar para las personas, con focos muy particulares y muy específicos. Nos encanta que pueda venir la familia; los jóvenes y que podamos recuperar un espacio público, además de visibilizar a Valparaíso. Tenemos que volver a encontrarnos en un espacio formativo que entrega herramientas muy focalizadas como talleres de marketing, de comercialización, de composición para quienes están partiendo como solistas, junto a los programas para mujeres y diversidades.

-¿Son suficientes estas instancias para reunir y formar a las nuevas generaciones de bandas en Chile?

– Por cierto no logramos llegar a todos los jóvenes, pero valoramos que esta sea una instancia de expresión, sobre todo para quienes muchas veces han sido vulnerados en sus derechos. Por lo tanto, desde el ministerio abarcamos un amplio espectro de lo que entendemos como derechos culturales. No es suficiente pero es un piso mínimo que debemos fortalecer cada día, independiente del gobierno de turno. Es fundamental que estas políticas públicas se mantengan y espero que así sea en lo venidero.

– A pesar de la polémica tramitación en el Congreso, para 2025 tendrá un presupuesto muy importante a ejecutar. Me imagino un tremendo desafío…

– Efectivamente nuestro ministerio tiene un incremento de recursos muy importante. Es un aumento del 45%, siendo el presupuesto histórico más relevante del retorno a la democracia. Por eso, más allá de las polémicas asociadas a su tramitación, esto nos permitirá continuar una serie de partidas culturales: más recursos para los Fondos de Cultura, así como para los museos del país, la red de bibliotecas públicas y los sitios de memoria. También nos permitirá estrenar el programa Pase Cultural. Es en estos espacios, donde se dan estas conversaciones, que se determina el futuro de las instituciones, pero sobre todo el de las personas. 

– En concreto, ¿qué tipo de iniciativas se podrán financiar durante 2025?

– Nuestros fondos culturales, que son para la gestión artística, crecen en promedio un 40%. Hay algunos con más de un 50% que son principalmente para fortalecer la creación y la circulación. Probablemente lo que estamos haciendo en Chile desde el gobierno del Presidente Boric es ir en un contrasentido. Porque si uno mira países vecinos donde se está cerrando el Ministerio de Cultura, donde se está eliminando el financiamiento para esta labor, nosotros vamos absolutamente en la dirección opuesta, que es fortalecer nuestra institución, es fortalecer el presupuesto y por lo tanto el ecosistema cultural.  Quiero destacar la red de bibliotecas públicas, que está presente en el 97% de las comunas de Chile. Porque son centros de encuentro de la comunidad donde se desarrolla la vida comunitaria, incluso el cuidado, donde se reúnen las personas mayores, los niños y las niñas. Incluso, a veces, son también un espacio seguro donde la juventud tiene para poder desarrollarse. 

-¿De qué se trata la iniciativa del Pase Cultural ministra?

– Es un gran hito implementar esta política pública, que entrega un beneficio económico para jóvenes de 18 años que forman parte del 40% de nuestros hogares más vulnerables, así como para personas de 65 años que tienen una pensión garantizada universal y que probablemente pertenecen a comunas rurales o de regiones más alejadas. Podrán -por ejemplo-, comprarse un libro por internet y un disco cuando lo estimen; ir al cine, al teatro o un concierto. Así logramos fortalecer el arte y la cultura y el patrimonio de Chile. Es algo que nos tiene muy orgullosos y también con un gran trabajo por delante.

– Antes de terminar ministra, ¿en lo musical, cuáles son sus artistas de culto?

– Tengo muchas, sobre todo bandas nacionales. De los últimos 20 años, diría que Los Tres son mis favoritos. De la nueva canción chilena, me quedo con Victor Jara. De las mujeres actuales, me encanta lo que viene haciendo Mon Laferte, también la propuesta de Javiera Mena, que son artistas realmente consolidadas y que hacen crecer a nuestra industria. Me sorprende lo que viene haciendo el Dúo Pajarito, con Fiona Murillo y Amaia de Arteagabeitia. Su puesta en escena es maravillosa. Las descargué en Spotify porque tienen un repertorio que es notable, son tremendas artistas. A partir de lo que veo y escucho a diario, pienso que la escena musical chilena está más fuerte, es muy potente y estamos en un buen momento. 

-¿Considera que la escena cultural en general pasa por un buen momento?

– Siempre el arte y cultura en Chile, más bien en cualquier parte del mundo, es compleja, se hace difícil al comienzo. Llegué a la universidad a estudiar teatro; crecí en ese lugar, haciendo lo mío y me encanta, pero sin desconocer la carencia propia de los recursos en temas de gestión. Sé que es complejo, pero insisto, estamos trabajando para poder entregar mayor certidumbre a las y los creadores. Además quisiera que el siguiente gobierno, el que sea, venga con esa misma mirada, de que el arte, la cultura y el patrimonio es lo que nos destaca como país, genera una sociedad más cohesionada, ya que permite regenerar nuestro tejido social.

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